La historia de este perrito es una conmovedora anécdota que revela la dureza del negocio de la cría de perros en ciertas partes del mundo.

Ellery, un encantador bulldog inglés, formaba parte de una camada criada en el sur de California. Sin embargo, se destacaba del resto de sus hermanitos debido a una peculiaridad: había nacido con 5 patas.

La presencia de una quinta pata planteó un dilema para su criador, quien decidió deshacerse del cachorro rápidamente al percatarse de este rasgo físico inusual. Contactó a un refugio local para entregar a Ellery, alegando falta de tiempo para ocuparse de él.

El refugio, a su vez, recurrió a Laura Lee Labelle, una rescatista de animales al frente de The Labelle Foundation. Al recibir la sorprendente noticia sobre la pata extra de Ellery, Laura no dudó en ofrecerle un nuevo hogar. Para ella, brindar cuidado a un animal con 5 o 6 patas no era un obstáculo.

Ellery experimentaba dificultades en su desarrollo, pero su determinación por vivir permanecía intacta. Aunque se pronosticaba que su vida sería breve, Laura se comprometió a ayudarlo a sobrevivir. A pesar de los desafíos iniciales, el cachorro demostró una resistencia admirable.

Con el tiempo, Ellery logró abrir los ojos y crecer fuerte a pesar de los pronósticos negativos. Su personalidad feliz y amigable lo convirtió en un compañero querido tanto por humanos como por otros perros en la casa de Laura.

A medida que el tiempo transcurría, la pata adicional de Ellery dejó de desarrollarse adecuadamente, convirtiéndose en un inconveniente médico. Tras una exitosa cirugía realizada por Laura, el bulldog recuperó la normalidad y empezó a disfrutar de la vida que siempre mereció.

Posteriormente, Ellery fue trasladado a Road Dogs and Rescue, una organización dedicada a hallar hogares para bulldogs con historias médicas complicadas. Ahora, este valiente perrito aguarda emocionado por encontrar su hogar feliz definitivo.

La conmovedora historia de Ellery, un perro rechazado al nacer por su diferencia, es un poderoso recordatorio de la resiliencia y el amor incondicional que los animales pueden brindar. Compartir su relato es una forma de inspirar a otros a valorar y cuidar a aquellos seres que merecen una segunda oportunidad.